Una de las principales dificultades que los maestros nos encontramos en el aula es la transmisión de conocimiento en un entorno con alumnado heterogéneo, donde cada estudiante no solo tiene su propia manera de organizar la información, sino también de gestionarla y de asimilarla para poder construir conocimiento a partir de ella.
En los últimos años se ha estado hablando mucho de la “enseñanza personalizada”. Son muchos los autores expertos en educación que escriben sobre la importancia de atender a las habilidades, capacidades y motivaciones del alumno, a fin de poder enfocar un aprendizaje adaptado a su desarrollo. Se resalta la importancia de generar en el aula un contexto de creatividad donde los alumnos puedan poner en valor su talento y desarrollar sus propias capacidades y habilidades con ayuda del apoyo externo del maestro.
Muchos estudios recientes sobre educación centran el foco en la importancia de la creatividad, la innovación y el emprendimiento. Es ahora, más que nunca, cuando se está premiando una escuela donde se tienen en cuenta estos aspectos, no como artículos de lujo, sino como cualidades adaptativas que tradicionalmente la escuela ha despreciado o rechazado. Porque es un hecho que todos tenemos muchos talentos, aunque no tengamos talento para todo, y aquí es tarea del maestro guiar al alumno no solo en el aprendizaje de conceptos básicos más estandarizados, sino también en la búsqueda de aquellos aprendizajes que pueda explorar por sí mismo, incluyendo también aquello por lo que el alumno sienta una pasión especial que pueda desarrollar. Para poner en práctica esta tarea, podemos esperar a que el mundo cambie y salga ese “plan educativo perfecto” o, con los recursos y herramientas que tenemos, proponer una manera de hacer diferente donde, más allá de cumplir con el currículo escolar, se pueda poner en valor el protagonismo del alumno, aprendiendo desde donde él está, desde lo que él es, para que pueda ir más allá.
“La creatividad se aprende igual que se aprende a leer. Los niños de ahora harán trabajos que aún no están inventados.”(Sir Ken Robinson)
Aquí entra el coaching en el aula y la habilidad del maestro para modelar. El coaching educativo se presenta como una herramienta imprescindible para explorar con el alumno, acompañándole en la mejora de su desempeño, en cualquier materia, sobre cualquier aprendizaje, entendiendo que siempre puedes guiar al alumno más allá de donde está. En este sentido, es importante aclarar que si bien podemos atender al desarrollo de competencias del alumno, siempre será mucho más completo acompañarle en el desarrollo de habilidades. Esas habilidades desde las cuales el alumno pueda responder según las circunstancias en cada momento. Emerge así un sentido de competencias mucho más completo y creativo, que poco tiene que ver con algo estandarizado y limitado, sino más bien como fruto de un proceso que lleva al alumno a relacionarse con el mundo de un modo único.
“Si hubiera una única verdad, no sería posible pintar cientos de cuadros sobre el mismo tema.” (Pablo R. Picasso)
El coaching educativo requiere de un estudio profundo de uno mismo y de la condición humana, pero sobre todo requiere hacer de forma diferente. Algunas de las cosas que trabajaremos en el taller Coaching en el aula: acompasando desde el modelo y más allá del modelo es la atención. Es muy importante, como maestro, ser consciente de a qué atiendo cuando estoy en el aula, desde dónde lo atiendo, cómo lo atiendo y por qué lo atiendo. Esto nos servirá para aclarar cuál es la razón y el propósito del aprendizaje que se quiere proponer. A partir de ahí, la comprensión se alcanzará diferentemente, según las distintas maneras en que las personas relacionan todo aquello que incluyen y lo que no, según su particular manera de hacer, pensar y sentir. Es en este momento donde el maestro puede hacer consciente diferentes maneras de proporcionar la experiencia del aprendizaje dentro de esa enorme variedad de habilidades, capacidades, necesidades, prioridades, deseos, limitaciones, miedos… y de cómo cada uno de estos aspectos se interrelaciona diferentemente según los procesos que activa cada alumno y su peculiar forma de organizar la información.
Para entender cómo funciona el proceso de modelar, el trabajo que realizaremos en el taller Aprendizaje y memoria: cómo se construye el conocimiento, implica una serie de actividades dirigidas a comprender la necesidad de la experiencia como base para construir conocimiento a diferencia de los procesos que se activan en el alumno cuando el conocimiento viene dado por el maestro.
En el desarrollo del proceso de coaching habrá varias posibilidades que se abrirán para el maestro en su conexión con el alumno y la experiencia en el aula, permitiendo construir nuevos aprendizajes que siempre serán compartidos por ambos.
Coaching en el aula: acompasando desde el modelo y más allá del modelo y Aprendizaje y memoria: cómo se construye el conocimiento son dos de los talleres que forman parte del programa del curso Una escuela para aprender a ser: Coaching educativo y otras herramientas para el cambio. #MECD-UIMP16
María Medina Arespscochaga
Pedagoga, Máster Practitioner en PNL y Coach
Maestra y PT en el CEIP Jacinto Benavente de Galapagar (Madrid)
Vicepresidenta de la Asociación Argadini
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