Consejos sobre aprendizaje/formación en línea

Consejos sobre aprendizaje/formación en línea

A la hora de pensar en poner en marcha una iniciativa de aprendizaje/formación en línea, es necesario planificar con cuidado una serie de aspectos que, de manera básica, quedan resumidos a continuación en esta lista de consejos que hemos traducido y adaptado de “Ten online training do’s and don’ts”:

1. Las tradicionales presentaciones y los clásicos documentos imprimibles ya no están de moda

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Imagen: “What If”, de Michael Porter. Licencia CC BY-NC-SA 2.0

Este tipo de presentaciones pueden ser acertadas cuando se utilizan como apoyo en la docencia presencial y/o mixta  para ayudar al docente a no perder el rumbo de sus explicaciones, por ejemplo, si estamos ante una entrega de contenidos que parte del docente hacia el alumno. Sin embargo, el aprendizaje en línea debe ser algo más que una simple lectura en red de documentos, no debe quedarse en la transmisión de información; el aprendizaje en línea ha de ser atractivo y motivador; ha de plantear un reto a quien aprende, poner a prueba al participante.

No se trata de desdeñar este tipo de documentación a la hora de diseñar cursos virtuales, sino de reestructurarlo mediante un poco de diseño instruccional para que realmente sea de utilidad en el aprendizaje digital. No podemos pensar que sólo por colocar un documento imprimible o una presentación de diapositivas en un espacio digital, estamos creando formación en línea. El cambio de espacio y medio no es suficiente; el enfoque instruccional, didáctico y pedagógico también ha de cambiar.

2. Un equipo con talento marca la diferencia

Imagen: “Clean Team” de Stavos. Licencia CC BY-NC-ND 2.0
Imagen: “Clean Team” de Stavos. Licencia CC BY-NC-ND 2.0

Pensar que por ser especialista en una materia, uno ya puede diseñar formación en línea es un error. Para ser capaz de generar aprendizaje en línea y/o crear cursos en línea de forma eficaz es necesario ser competente en varias destrezas, y todas ellas no tienen por qué estar reunidas en una misma persona. Marcará la diferencia, por tanto, contar con un equipo de personas con competencias diferentes, capaces de asumir roles también diferentes a la hora de poner en marcha iniciativas de estas características:

Expertos en la materia, que son las personas que conocen la temática y que serán los que de algún modo transmitan los contenidos en el aprendizaje en línea. Estos expertos seguro que también jugarán un papel crucial a la hora de repasar y actualizar cursos de aprendizaje en línea sobre la materia que dominan, de forma que los contenidos sean adecuados, y estén vigentes.

Expertos en diseño instruccional, que son aquellas personas capaces de extraer la información que los expertos tienen en la cabeza, comprenderla, organizarla y colocarla en el espacio digital en el que tenga lugar la formación/el aprendizaje digital, de forma que sea asequible para quienes van a aprender en línea, especialmente si es la primera vez que se acercan a este tipo de aprendizaje.

Diseñadores, que son quienes se encargan de trasladar el concepto del curso de aprendizaje/formación en línea en “formato papel” hasta el medio digital, por lo cual necesitarán tener conocimientos sobre gestión de plataformas de aprendizaje en línea, codificación y diseño gráfico; conocerán la tipología de herramientas de creación de actividades en línea, de sistemas de evaluación en red, de navegación, secuenciación, etc. Y además, deberán trabajar codo con codo con los expertos en diseño instruccional, para garantizar la solidez instruccional del curso virtual.

Realmente, el proceso de creación y gestión del aprendizaje/la formación en línea es similar al proceso de creación y producción de una película, que pasa por diferentes fases, desde que quien la concibe y la pone en un borrador en un papel, hasta que se guioniza, se graba, y finalmente se lleva a los cines. Hay un equipo de personas implicado en cada fase del proyecto que hacen posible que salga a la luz; así ocurre también en un proyecto de aprendizaje/formación en línea.

3. Las píldoras pequeñas se digieren mejor que las tabletas grandes

Imagen: “Pills” de Daniel Go. Licencia CC BY-NC 2.0
Imagen: “Pills” de Daniel Go. Licencia CC BY-NC 2.0

Todos hemos visitado algún espacio en línea alguna vez, o hemos abierto algún documento y nos hemos sentido abrumados por la cantidad de información textual; tanto, que seguro que en más de una ocasión lo que hemos hecho es cerrar la página y/o el documento e irnos para intentar encontrar algo más resumido o asequible para la lectura en línea, porque si en general casi todos hemos leído alguna vez “al bies”, en medios digitales esto es aún más frecuente: no leemos todo lo que vemos en pantalla de forma concienzuda, sino que vamos bajando con el “scroll” rápidamente, como si de un escáner se tratara y nos quedamos simplemente con trozos, con píldoras, que por el motivo que sea, nos llaman más la atención o nos interesan más. O simplemente avanzamos y retrocedemos, o pulsamos sobre hipervínculos que nos llevan a otra parte, y esto también nos proporciona la sensación de que estamos progresando, alcanzando un objetivo. Por tanto, a la hora de poner en marcha una iniciativa de aprendizaje/formación en línea hemos de evitar la carga de información textual y ofrecer pequeñas píldoras que no agoten al participante, que propicien el dinamismo.
Concentrarse en lo que necesitan saber los que van a aprender en línea y plasmarlo de forma simple y secuenciada: primero, segundo, tercero, cuarto, etc. No son necesarias grandilocuencias sino frases concisas y pasos pequeños, pero firmes y seguros, acompañados por buenos elementos visuales.

4. También en línea se aprende haciendo y conectando

Imagen: “See Do Teach Share” de Technovore. Licencia CC BY-NC-SA 2.0
Imagen: “See Do Teach Share” de Technovore. Licencia CC BY-NC-SA 2.0

Está demostrado que la mejor forma de aprender es hacer, y también esto es aplicable al aprendizaje/la formación en línea; quizá sea incluso más aplicable, ya que supone un reto para quien aprende en línea tener la oportunidad de probar un sistema digital por dentro. Lanzar el reto de crear un recurso propio, una actividad propia, una simulación propia dentro de una iniciativa de formación en línea en un medio digital puede ser un buen modo de convertir el aprendizaje/la formación en línea en algo activo. Se trata simplemente de seguir el enfoque “Tell them, Show them, Let them do it”.

Por otro lado, el aprendizaje en línea debe estar conectado de algún modo a la vida real de quienes van a aprender y por tanto, será importante personalizarlo para ese público al que va dirigido, con actividades que les resulten familiares y afines a su campo de especialización; un aprendizaje en línea que les haga pensar, y que les proporcione algo que se puedan llevar a su vida diaria; escenarios reales, casos de estudio en los que vean la utilidad de lo que aprenden.

5. Gamificar, evaluar, acreditar

Imagen: “Gamification of Life” de VSF Digital Design. Licencia CC BY 2.0
Imagen: “Gamification of Life” de VSF Digital Design. Licencia CC BY 2.0

La ludificación es una forma de mantener la atención de los participantes en las iniciativas de aprendizaje/formación en línea, de fomentar el aprendizaje autónomo y mantener un ambiente cordial en los espacios virtuales de formación, además de ser un modo de recompensar a quienes aprenden por sus logros con una inmediatez que les anime a seguir avanzando. Un premio anima siempre a seguir jugando, y por tanto a seguir aprendiendo.

No debe olvidarse nunca tampoco la evaluación continua en el aprendizaje en línea, utilizando herramientas como matrices de evaluación, cuestionarios, simulaciones, pruebas, fomentando la autoevaluación y la evaluación por pares, que ayuden a quien aprende a medir su progreso, retroalimentando de forma lo más personalizada posible.

Y, por supuesto, el éxito de haber completado un curso de aprendizaje/formación en línea ha de acreditarse, y tratándose de iniciativas digitales, uno de los medios más coherentes para este fin será el uso de emblemas digitales que demuestren las competencias adquiridas y los objetivos alcanzados por quienes aprenden en línea, de una manera extrapolable y visible en comunidades y portafolios virtuales.

Artículo traducido y adaptado de “Ten online training do’s and don’ts”.

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Imagen de cabecera: “Planning Your Online Course”, de Giulia Forsythe. Licencia CC BY-NC-SA 2.0.

Autora: María Jesús García San Martín