En educación hablamos cada vez más de conectar el aula con la vida, la escuela con el entorno, el aprendizaje con el mundo que rodea a nuestro alumnado. Ya en el preámbulo de la LOMLOE podemos leer que «La educación debe aumentar su implicación en la sociedad» y desde la UNESCO los objetivos principales de la educación se sintetizan en «aprender a ser, aprender a saber, aprender a hacer y aprender a convivir». Las Guías de La aventura de aprender (LADA) vienen a darnos ideas y herramientas concretas para este concepto de escuela expandida, donde se difuminan los límites entre las paredes del aula y el contexto exterior, así como las fronteras entre distintos campos del saber. Elaboradas por personas reconocidas en su ámbito con amplia experiencia en aprendizaje ciudadano y colaborativo, las Guías se presentan en tres grandes bloques que iremos desgranando en este artículo.
El conjunto que entronca de manera más directa con la práctica del aula es el de Proyectos colaborativos, donde podemos encontrar a día de hoy decenas de guías bajo el título «Cómo hacer…» y, en cada una de ellas, una receta para elaborar artefactos, desde productos tan concretos como pueden ser un fanzine o un banco de semillas, hasta procesos colaborativos que resultarán en una mejor convivencia y enriquecerán la vida del centro, como hacer una radio o intervenir un patio escolar. En cada caso, tras una introducción general, se nos presentan los materiales que necesitaremos para generar el producto, los pasos sucesivos que debemos seguir, una serie de consejos ante las dificultades que puedan surgir y, por último, un interesante epígrafe de recursos inspiradores que nos permitirán adentrarnos más en el tema que queramos abordar. No se trata de llevar las guías directamente al aula, sino que buscan funcionar como una hoja de ruta para diseñar nuestros proyectos educativos en comunidad.
Entre las guías de este conjunto, algunas nos servirán para elaborar mejor productos que se generan de forma más o menos habitual en las aulas, como entrevistas, portafolios, exposiciones o collages; otras contribuirán a dinamizar el espacio escolar gracias a la puesta en marcha de proyectos como un huerto urbano, un hotel para insectos, una unidad de compostaje, un laboratorio electrosonoro o un espacio maker; algunas de ellas nos proponen proyectos que mejorarán nuestra práctica comunitaria, por ejemplo Cómo hacer inclusiva tu escuela, Cómo hacer una asamblea, Cómo hacer un espacio de cuidados o Cómo hacer comunidades de aprendizaje. Encontramos también algunas propuestas de proyectos colaborativos que nos llevarán a indagar en el arte y en la creación colectiva, desde Cómo hacer una performance, teatro comunitario, teatro foro o una ópera a Cómo hacer un festival o una Rara Fiesta. Como vemos, las guías son tan diversas como pueden serlo nuestros objetivos, nuestro alumnado y sus necesidades y deseos en cada momento, pero si algo tienen en común es la idea del aprendizaje extendido, conectado y colaborativo, de la mano de una perspectiva creativa y maker que atraviesa todas ellas.
Un segundo conjunto de guías, por ahora menos numeroso que el anterior, es el de Ciencia ciudadana. Estas nos invitan a reflexionar e investigar en común sobre bienes que nos rodean, en un sentido muy amplio. Están orientadas de forma que se puede trabajar con ellas directamente en el aula, especialmente en Bachillerato o con personas adultas, pero su flexibilidad permite adaptarlas a otros niveles. Su título compartido es «Reclamar…», ya que se trata de abordar de otra manera realidades muy próximas y acercarnos a ellas desde la curiosidad científica, con una perspectiva nueva. Así, por ejemplo, Reclamar una vida filosófica parte de mirar el mundo que nos rodea de otra manera y llega a darnos claves muy concretas para que podamos dotarlo de sentido y hacerlo nuestro, mientras que Reclamar la movilidad urbana nos anima a repensar y transformar nuestra manera de movernos en la ciudad. Algunas de las guías nos incitan a (re)conocer espacios que nos pueden ser muy habituales, pero desde una mirada distinta: así encontramos Reclamar el barrio, los bosques, la costa o el paisaje. Y otras nos hablan de conceptos más abstractos, como la paz, el presente o lo poético, acompañándonos en todos los casos paso a paso para que consigamos habitar estos bienes intangibles y comunes.
Por último, encontramos el conjunto de guías de Gobierno Abierto. Son tres manuales, uno para Primaria, otro para Secundaria y el tercero para Bachillerato, que tienen como objetivo acercar al alumnado los principios y valores del Gobierno Abierto, de forma que entroncan directamente con la competencia social. Estas guías promueven, además, la información, participación y toma de decisiones por parte del alumnado en sus centros educativos, de manera que estos sean más transparentes, participativos y colaborativos.
Como vemos, las Guías LADA fomentan un aprendizaje esencialmente competencial, en conexión con las competencias clave, aunque cada propuesta podremos ligarla en mayor o menor medida con algunas de ellas y se prestan a abordarlas desde una u otra materia. Así, por ilustrarlo con algunos ejemplos, Cómo hacer microscopia DIYBio, Cómo hacer un laboratorio biomaker o Reclama tus bacterias! La fermentación estarán más conectadas a la competencia básica en ciencia, tecnología e ingeniería y a materias como Ciencias Naturales o Biología, mientras que Cómo hacer un Coder Dojo o Reclamar la Inteligencia Artificial nos remiten a la competencia digital y a materias como Tecnología o Informática.
En suma, estas guías suponen unas herramientas didácticas de enorme potencial que, como docentes, podemos aprovechar para impulsar el aprendizaje significativo en conexión con el entorno y la transformación educativa en nuestras aulas y centros educativos. Basta empezar a recorrerlas para paladear el goce que la reflexión, indagación, colaboración y creatividad que proponen puede darle a nuestro alumnado de todas las edades y contextos. Está en nuestras manos disfrutarlas.
Elaborado por Eugenia Monroy García para INTEF.