¡Hola! mi nombre es Juan Antonio Pérez Díaz, soy docente del CEIP Salvador Allende de Málaga capital y durante el periodo del 4/5 al 17/5, he tenido la inmensa suerte de visitar Finlandia, en concreto a la ciudad de Lappeenranta, a conocer la escuela “Lappeen koulu” (una escuela de educación primaria), para poder analizar y estudiar desde dentro el sistema educativo finlandés.
Durante mi estancia he tenido la oportunidad de visitar varias aulas y clases, de forma que he podido ver casi todos los niveles educativos, así como, diferentes áreas. Esto me ha servido para conocer cómo afrontan las diferentes áreas del currículo como finés, matemáticas, historia, science, inglés, alemán, educación física…
Cada día tenía un horario concreto, sabía dónde tenía que ir en cada momento y podía estar con esa clase, hacer mi presentación y ver cómo trabajaban la asignatura en concreto que tenían en ese tramo horario.
De las actividades que más me han llamado la atención destacaría algunas: el primer día, fui con los niños a hacer un hiking en el bosque y los niños iban por libre. Otro día, estaba nevando, en plena primavera, salimos al patio a hacer educación física, la nieve se intensificó y nadie lo vio extraño, seguimos jugando al baseball como si nada pasara.
Durante mi primer día de estancia, los alumnos de 5º empezaron un proyecto sobre diferentes países de Europa, uno de los grupos escogió España, porque los niños estaban muy excitados por mi llegada y durante las dos semanas siguientes estuve ayudando al grupo de España y al resto de grupos a los que podría echarles una mano a trabajar en el proyecto. Los alumnos iban libres por el centro eligiendo donde querían trabajar con sus portátiles para buscar información sobre el país escogido y estaban preparando unas cartulinas con esa información para presentarlas al resto de los grupos (los grupos estaban formados por alumnos de todos los 5º, ya que era un proyecto de todo 5º y no de una clase en particular).
Además, me llamó mucho la atención que todos los cursos tienen una hora a la semana en la que los recoge un bus y van a la piscina para dar clase de natación, porque todo niño finlandés debe saber nadar, estamos en el país de los lagos y el gobierno enseña a nadar a todos los niños menores.
El colegio en Finlandia es una realidad paralela a lo que conocemos como colegio en España. Los niños van felices al colegio y para ellos estar allí supone pasar la mayor parte de su día. Ya que allí comen, aprenden, juegan y cuando vuelven a su casa a las 15:00 supone tomar el snack de la merienda y cenar alrededor de las 18:00 para acabar su día. Con lo que están en el centro la mayor parte activa de su día a día. Por ello, he podido comprobar que el colegio es totalmente distinto a un colegio en España.
Lo que más me ha llamado la atención ha sido, sin duda, la libertad del niño. Los alumnos van y vienen solos al colegio ya sea en bicicleta, andando, autobús o en taxi (pagado por el centro si el alumno vive a más de 6 km del centro). Nadie los lleva o los recoge del centro y no tienen problemas en acceder a éste porque el recinto no tiene vallas y nunca está cerrado, con lo que siempre puedes entrar y salir sin problemas.
Los alumnos llegan a las 8:00 o a las 9:00 dependiendo de su horario del día y cuando llegan se quitan toda su ropa térmica y se quedan con la ropa que llevan debajo y con la que pasarán el día en clase. También se quitan los zapatos, porque este centro es free shoes.
El alumno es totalmente libre y no tienen una estricta disciplina, quizá un alumno se ponga a dibujar en mitad de la clase, se levante cuando quiera, hablará con sus compañeros o se pondrá a jugar con algún juguete que traiga. Sin embargo, el profesor no le llama la atención.
El sistema educativo finlandés y español tienen muchas diferencias. Sin embargo, tienen muchas similitudes. La principal similitud que veo creo que es el entusiasmo del personal docente y las ganas de trabajar con su alumnado a pesar de las trabas burocráticas, económicas y de faltas de recursos que podemos denotar los docentes. Pero como docentes que somos, sea donde sea el lugar de destino de nuestra labor docente, sabemos cómo inventar recursos y salir del paso ante cualquier situación y adversidad.
Por último, decir a los futuros participantes que no se lo piensen y que sin duda vivan esta maravillosa experiencia que el Ministerio pone a nuestra disposición, que hay que aprovechar estas movilidades para conocer otros sistemas educativos y que oportunidades como éstas no se pueden dejar pasar. Va a suponer para ellos, una experiencia vital a nivel personal y profesional. Así que animo a todo aquel que esté en duda, a vivir esta maravillosa experiencia.