La alimentación es un factor fundamental en nuestras vidas, que determina en gran medida nuestro nivel de salud. Comer sano y saludable es un buen hábito que debemos adquirir desde la infancia y, aunque en general somos muy conscientes de ello, no es tan fácil conocer e integrar estas buenas costumbres en nuestra vida cotidiana. Como recomienda la LOMLOE en una disposición adicional específica, desde la escuela debemos adoptar «medidas para que la actividad física y la alimentación saludable formen parte del comportamiento infantil y juvenil». En este artículo os presentamos diversos recursos que giran en torno a la alimentación saludable para inculcar este hábito en alumnado de todas las edades.
Empezando por los más pequeños, en los Itinerarios didácticos del INTEF, un banco de secuencias didácticas para Primaria y Secundaria, encontramos el recurso Hábitos saludables relacionados con la alimentación, dirigido al alumnado de 1.º de Educación Primaria, que realiza un recorrido por la higiene bucal y la higiene de manos para finalizar con la creación de unos carteles explicativos que van acompañados de una exposición oral en torno a lo aprendido. En la misma línea y para el mismo curso, la autora nos propone Diseño de un menú saludable, recurso en el que se busca que el alumnado aprenda sobre las comidas del día y elabore su propio menú diario.
Ya para 3.º de Educación Primaria encontramos, en el mismo banco de recursos, Hábitos saludables: La alimentación, recurso en el que se introduce el concepto de «Plato de Harvard» y las propiedades de frutas, verduras, cereales y proteínas saludables, de forma que el alumnado aprenda a diferenciar la comida más sana. También incluido en Itinerarios Didácticos y dirigido al alumnado de 6.º de Educación Primaria, el recurso Nutrientes y alimentos ahonda en la clasificación de los distintos tipos de comida y en la pirámide de alimentos de modo que los estudiantes aprendan también a distinguir los principales tipos de nutrientes. Este mismo tema lo encontramos en la píldora audiovisual Alimentación saludable, disponible en INTEF, cámara y acción, un repositorio de breves vídeos educativos en torno a los contenidos curriculares de Primaria.
En Procomún, la red de recursos educativos en abierto impulsada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional a través del INTEF, María Luisa Aguilera nos presenta el proyecto ¿Sabes lo que comes?, en el que se invita al alumnado de 4.º de Educación Primaria, a partir de la pregunta “¿Por qué las chuches están tan buenas y son tan malas?”, a investigar sobre el tema -principalmente mediante el enfoque flipped classroom- y elaborar su propia carta saludable para un restaurante. Es una propuesta en la que se trabaja especialmente la competencia digital.
En el marco del proyecto EDIA, que impulsa la transformación metodológica y digital a través de Recursos Educativos Abiertos, Javier Ramos desarrolla desde la materia de Inglés de 1.º ESO A Cookbook, una propuesta de ABP en la que, por equipos cooperativos, el alumnado terminará creando sus propios libros de cocina con recetas de los distintos países del mundo. Algunos de los productos parciales de este proyecto consisten en la elaboración de un póster para promover la alimentación saludable, o el diseño e implementación de una encuesta sobre hábitos alimentarios.
El REA La curiosidad es saludable, de Pilar Etxebarría, Elvira González, Agustín Gil y otros autores en el proyecto EDIA, va un paso más allá e integra la buena alimentación en un ABP más amplio sobre hábitos saludables para 3.º ESO: la propuesta consiste en que el alumnado busque información, investigue y diseñe hasta organizar una feria de la salud en su centro, con el fin de promover hábitos de vida saludables y desterrar mitos en torno a ellos. El proyecto está planificado desde la materia de Biología y Geología, pero es integrable con otras disciplinas como Lengua Castellana y Literatura, Educación Física o Matemáticas.
Y es que, como podemos comprobar gracias a este último ejemplo, la alimentación saludable puede proponerse no solo desde el aula, sino de manera integral desde y para el centro educativo. Es más, en los colegios tenemos un excelente laboratorio para practicar hábitos de alimentación saludable, que es el comedor escolar. Como vemos en La aventura de aprender, que recoge experiencias de aprendizaje ciudadano exitosas, el proyecto Alimentar el cambio, promovido por la Asociación Garúa en colaboración con diversos colegios y Asociaciones de Familias de la Comunidad de Madrid, promueve menús escolares basados en alimentos de proximidad, así como la concienciación del alumnado al respecto.
Y el otro espacio que contribuye al contacto directo con la materia prima de los menús, como son las frutas y verduras, es el huerto escolar, con el que cada vez cuentan más centros educativos; el huerto familiariza al alumnado con lo que comemos y le hace comprender mejor qué implica alimentarse de forma saludable. En La aventura de aprender podemos encontrar la guía Cómo hacer un huerto urbano, elaborada por Ciudad-huerto, que nos puede venir muy bien para comenzar un proyecto hortelano.
Otro interesante proyecto de colaboración intercentros lo encontramos en Megachef. Como nos cuentan sus promotores (Antonio Rivas, David Pineda, Antonio Gálvez y Gustavo Vegas) en un artículo publicado en el proyecto Experiencias educativas inspiradoras, la sección del INTEF dedicada a recopilar prácticas didácticas de éxito que pueden ser replicables, el proyecto consistió en que el alumnado, tras pasar por diferentes fases de investigación y generación de productos, cocinara un plato lo más saludable posible. Es una propuesta estimulante que fomenta el aprendizaje competencial y la cooperación.
Como hemos visto, desde el trabajo en una sola aula hasta la colaboración con otros centros educativos, la alimentación saludable es un tema que puede y debe atravesar todas las etapas educativas, de manera que el alumnado sea cada vez más consciente de que comer bien y de forma sana es algo fundamental en nuestras vidas. ¿Te animas a darle un bocado?
Artículo elaborado por Eugenia Monroy García para INTEF.