Una de las estrategias más relevantes de la escuela inclusiva es la metodología cooperativa, que sustenta el aprendizaje en la interacción social entre iguales y en el establecimiento de un clima adecuado que facilite múltiples aprendizajes, entre ellos el socio – afectivo.
En palabras de Stainback y Stainback, “el término «inclusión» hace referencia a la posibilidad de acoger a todos los alumnos, enseñar a todos dentro de una misma escuela”. Con el objetivo de que el alumnado se sienta acogido y seguro, y que se le apoye desde la escuela en los planos educativo y social, este enfoque inclusivo pretende garantizar que este alumnado, independientemente de sus características personales, sean aceptados en igualdad, reconocidos por lo que pueden ofrecer y ayudados a alcanzar un aprendizaje satisfactorio.
Dentro de este enfoque y los retos educativos que plantea, la metodología cooperativa se convierte en la mejor aliada para alcanzar estos objetivos:
- Hacer al alumnado protagonista de su aprendizaje, implicándolo activamente en el proceso de aprendizaje.
- Promover la responsabilidad, autonomía e independencia del alumnado, exigiendo una mayor responsabilidad en su proceso de aprendizaje y en el de sus compañeros.
- Aumentar el interés, la motivación y la implicación por parte de todos y todas, creando un compromiso hacia la búsqueda del éxito común.
- Concebir la diversidad como el motor del aprendizaje, dado que la estructura grupal favorece el conocimiento mutuo y por tanto la aceptación de las diferencias personales que enriquecen al grupo.
- Desarrollar la capacidad de autocrítica: la autoevaluación individual, grupal y a nivel clase nos hará ver qué cosas funcionan bien y en qué cosas debemos mejorar, siempre con el objetivo de un mejor funcionamiento de la clase.
- Generar ambientes de trabajo más libres, cómodos y amables: a partir de la interdependencia positiva que se crea dentro del grupo, cada alumno/a desarrollará y aplicará de una forma más adecuada sus capacidades, con las que a la vez mejorará la adquisición de las competencias básicas necesarias para la superación de la escolaridad.
- Fomentar el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas, como aprender a relacionarse, escuchar activamente, hablar y escuchar por turnos, intercambiar ideas y sentimientos, entendiendo la participación como fuente de aprendizaje.
- Provocar una mayor integración social, mejorando la autoestima individual y reforzando la capacidad para enfrentar la adversidad y las tensiones propios del crecimiento dentro del grupo, es imprescindible ayudarles a aprender a afrontar conflictos eficazmente.
- Conducir al alumnado hacia un rendimiento más elevado por parte de todos, a una mayor motivación para lograr un alto rendimiento, a tener más perseverancia en el abordaje de los objetivos y tareas planteados y a un nivel superior de razonamiento y pensamiento crítico.
- Favorecer el uso de la evaluación cooperativa como fuente constante de aprendizaje y de aprecio a la contribución de cada uno de los integrantes de un grupo.
La metodología cooperativa nos ofrece las estrategias para poder abordar esos objetivos, y queremos compartirlas con vosotros y vosotras, sabemos que estos han formado parte de tus metas profesionales y por ese motivo no puedes dejar pasar la oportunidad de comenzar con nosotros este viaje a lo largo del curso: TRABAJO COOPERATIVO.
¡El equipo de tutores os esperamos!
Para más información puedes visitar la sede electrónica del Ministerio de Educación y Formación Profesional en la que se encuentra la ficha de presentación del curso y desde donde te podrás inscribir.