¡Hola!
Soy Mirentxu Sardina y quiero compartir con vosotras y vosotros mi experiencia durante mi estancia profesional en el Design Campus de la Hochschule de Coburg, en Alemania. Esta universidad pública, financiada por el Ministerio de Ciencia y Artes del Estado de Baviera, cuenta con cerca de 5.000 estudiantes. Mi trabajo se desarrolló principalmente en la sede dedicada a los estudios de grado en diseño, ubicada a pocos metros del encantador centro histórico de Coburg, una ciudad de aproximadamente 45.000 habitantes. Esta cifra da una idea del peso e importancia que tiene la universidad dentro de la comunidad local.
El campus está situado en una antigua fábrica de cerveza rehabilitada, conectada mediante una pasarela a un edificio de nueva construcción. Juntos conforman un entorno dinámico con una plaza de encuentro para el alumnado justo después de cruzar el río. Ambos edificios comparten talleres de materiales, zonas de trabajo y encuentro, espacios de exposición, auditorio, cafetería… ¡todo pensado para fomentar la creatividad y el intercambio de ideas! Actualmente, se están ampliando las instalaciones con nuevos espacios ubicados en antiguos mataderos industriales, en proceso de rehabilitación por parte del profesorado y el propio alumnado.
Dinámica académica y estructura del campus
El horario lectivo va de 8:00 a 19:00 h, aunque el centro permanece abierto desde las 7:00 hasta las 21:00 h, lo cual permite tanto el trabajo autónomo como la realización de eventos. Me llamó mucho la atención que se desarrollan proyectos reales en colaboración con entidades oficiales: por ejemplo, el alumnado de arquitectura, en un taller vertical, está construyendo un pabellón para niños en un municipio cercano, dentro del bosque, en el que me dejaron participar. Por otro lado, estudiantes del cuarto semestre están realizando una intervención urbana dentro de la propia ciudad. El alumnado des sexto semestre en el desarrollo de una rehabilitación y nueva propuesta de una ermita para el cementerio de otro municipio.
El centro ofrece programas de “Bachelor” y “Master”. Además tiene talleres de todo tipo de materiales —equipados con maquinaria mecánica, impresoras 3D y más— me sorprendió especialmente que en cada aula-taller el alumnado cuente con su propio stock de material gráfico (rotuladores, lápices, escalímetros, materiales para maquetas…) y hasta espacios para reciclar estos materiales. Incluso disponen de platós para fotografiar trabajos o realizar estudios de luz. Si bien cada estudiante cuenta con su tablet u ordenador, se da mucho valor a la expresión gráfica manual, algo que me pareció realmente significativo: un equilibrio entre lo artístico y lo tecnológico.
Clases participativas y cultura del diseño
Las dinámicas en el aula son muy abiertas, especialmente en las clases prácticas. El o la docente proyecta la información a explicar, se hace uso de las paredes para exposiciones, y se disponen mesas con material complementario. Todo se comparte también en un entorno digital propio tipo «classroom». Las correcciones se realizan de manera dinámica: en grupo o con visitas individuales a los espacios de trabajo, dependiendo del momento. Esto lo viví particularmente en las clases de proyectos, donde tuve la oportunidad de participar activamente.
Las clases teóricas se imparten en aulas acondicionadas para un enfoque más tradicional. Además, cada martes se organiza una conferencia con algún equipo de diseño en el auditorio, donde hay un ambiente muy distendido. Incluso se permite llevar bebidas, se dibuja durante las charlas… todo orientado a estimular la creatividad y el intercambio.
Una experiencia enriquecedora
Durante mi estancia pude colaborar tanto en la Facultad de Arquitectura como en la de Diseño de Interiores. La disposición del equipo docente fue excelente: me permitieron integrarme, participar en las correcciones, e incluso actuar como una docente más. También formé parte del jurado que eligió el proyecto ganador para una nueva ermita en el cementerio de un pueblo cercano, junto con las autoridades municipales. ¡Una experiencia enriquecedora y emocionante!
En cuanto a futuras colaboraciones, ya existe un acuerdo bilateral entre mi centro y la Hochschule, así que en mi objetivo estaba dar a conocer esta oportunidad entre el alumnado de interiorismo y, si es posible, organizar un BIP (Blended Intensive Programme) con otra institución que ambas partes conocemos.
En resumen, regreso con un montón de ideas, muchísima energía, y ganas de aplicar todo lo aprendido en mis clases de proyectos.
Una experiencia increíble y muy, muy positiva