Mi nombre es Cécile Darracq, y soy profesora de francés en la Escuela Oficial de Idiomas Accitania de Guadix, situada en la provincia de Granada. Recientemente, he tenido la oportunidad de realizar una estancia profesional en el Lycée Le Verger, un instituto de educación secundaria ubicado en Sainte-Marie, al norte de la Isla de La Reunión, un territorio francés de ultramar en el océano Índico.
El Lycée Le Verger es un centro educativo que abarca las tres etapas finales de la educación secundaria francesa: Seconde, Première y Terminale, que equivalen respectivamente a 4.º de la ESO, Primero de Bachillerato y Segundo de Bachillerato en el sistema educativo español.
En el Lycée le Verger estudian unos 1000 alumnos y alumnas, y trabajan unos 80 profesores y profesoras, además del equipo directivo, los jefes de estudios, el personal administrativo, los trabajadores de limpieza y del restaurante escolar.
Aparte de las especialidades propias de un instituto en Francia, también ofrece «sections européennes» bilingües (LLCE) con asignaturas no lingüísticas en varios idiomas como el inglés, el alemán o el español. Existen tres líneas de Formación Profesional general y dual de grado medio y superior en sectores de comunicación como los seguros, la banca o las relaciones con la clientela. La línea de Lengua, Literatura y Civilización Española consta de un grupo en «Première» y otro en «Terminale». Además de las enseñanzas generales en las que también reciben enseñanza de español, reciben cuatro horas de lengua española adicional en Première, y seis en Terminale.
A lo largo de la estancia, he podido observar la metodología en clase en varios niveles, haciendo especial hincapié en las clases de LLCE español. En estos niveles, los estudiantes siguen una programación académica de alta exigencia diseñada para prepararlos de manera integral de cara al Baccalauréat y al Grand Oral. Pude constatar el nivel de intensidad y rigor de estas clases, así como la profundidad de los contenidos tratados, los cuales abordaban tanto aspectos lingüísticos como literarios y culturales en el aprendizaje del español.
También tuve la oportunidad de organizar y animar unos talleres y actividades más específicos en las clases de español en las que intervenía. Estas actividades tenían como objetivo principal la difusión de la cultura andaluza en su conjunto, con un enfoque especial en la provincia de Granada. En ellas, se abordaron diversos aspectos culturales, como los elementos artísticos, monumentales, costumbristas, arquitectónicos, gastronómicos y paisajísticos que definen a la región. Por ejemplo, estudiamos diferentes artistas andaluces y realizamos un taller de baile flamenco que se organizó de forma virtual, con la participación de una profesora residente en España. Durante esta sesión, el alumnado aprendió una coreografía por tangos, y la actividad fue recibida con entusiasmo y calidez, tanto por parte de los estudiantes como del profesorado.
Aparte de asistir y participar en las clases, también me involucraron en la vida del centro, invitándome a asistir a actividades extraescolares como una adaptación teatral de Carmen, o acompañar a la proyección de una ópera en otro centro educativo.
Otra actividad en la que participé y que me resultó muy interesante a nivel de vida de centro ha sido un “Stage mini réseau” dirigido al profesorado de español de la región. Consiste en una formación periódica a la que puede apuntarse el profesorado que tenga interés en ella, en este caso vertió sobre evaluación y atrajo un gran número de asistentes. Pude participar activamente en esta actividad, que me resultó provechosa para mi propio enfoque hacia mi enseñanza y mi forma de evaluar. Pude intercambiar con compañeros y compañeras de español sobre las diferencias del sistema de evaluación entre Francia y España, y entre la educación obligatoria y la educación permanente.
Para mí, esta estancia profesional ha representado una experiencia excepcional, que me ha brindado la oportunidad de descubrir la riqueza de la cultura reunionesa mientras me sumergía de manera directa en el sistema educativo francés de educación secundaria, que hasta ese momento conocía solo de forma parcial. Seguiremos en contacto, con la organización de una pequeña red de intercambio entre el alumnado de Terminale LLCE español del Lycée y alumnado de Guadix, con el fin de promover la interacción directa y el conocimiento de la diversidad cultural para ambos grupos.