#direcTIC enero: Ciencia en acción

#direcTIC enero: Ciencia en acción

Programa mensual en el que hablamos, en directo, sobre el uso de las TIC en las aulas. Este jueves, 28 de enero, a las 20:00 (hora peninsular) conversaremos sobre #STEM, Ciencia en acción con Ana Villaescusa, Javier Santaolalla y Miguel A. Queiruga. Modera Carlos Magro.

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No todas las palabras suenan igual. Menos aún las siglas. Hay siglas impronunciables o simplemente ridículas. Las hay que no nos dicen nada y otras que somos incapaces de recordar. Algunas, sin embargo, son poderosas y solo pronunciarlas nos causa satisfacción. Las hay que tienen tanto éxito que se convierten en palabras, incorporándose al diccionario (LÁSER es un buen ejemplo). A los científicos les gustan las siglas. Es una de sus vertientes creativas y artísticas. Quien haya ojeado proyectos de investigación puede haber llegado a pensar que los títulos responden al único objetivo de obtener una buena sigla. Una sigla que lo diga todo. Una sigla que garantice la financiación y, por supuesto, los resultados.

STEM suena bien. Pero no siempre fue así. Parece que lleva con nosotros desde siempre pero el origen del término se remonta tan solo a 2001. Por entonces la National Science Foundation de Estados Unidos estaba trabajando en el desarrollo de un nuevo currículo que mejorara la educación en Ciencia (Science), Matemáticas (Mathematics), Ingeniería (Engineering) y Tecnología (Technology). Así que inicialmente STEM fue SMET. Nada que ver.

El afortunado cambio parece que se lo debemos a la entonces directora de la fundación, Judith Ramaley, a quien lo de SMET no le sonó nada bien y propuso la mucho más musical STEM. En STEM la ciencia y las matemáticas sirven de soportes para la tecnología y la ingeniería, dicen que dijo Ramaley. La ciencia y las matemáticas son elementos críticos para entender el mundo. Mientras que la ingeniería y la tecnología son nuestra manera de relacionarnos con ese mundo, continuó Ramaley. Qué más podemos pedir si hasta el orden de las disciplinas en la palabra STEM es simbólico.

En los últimos años, STEM ha dejado de ser STEM, para convertirse en STEAM que suena, si me permiten los anglosajones, aún mejor. A mi STEAM me evoca un tren de vapor a toda máquina. Ciencia, ingeniería y Arte juntos. Transdisciplinariedad hacia el futuro. La A responde a ARTE, que es también nuestra manera de entender y relacionarnos con el mundo. La A, colocada en medio de la Ingeniería y las Matemáticas, apela directamente a la importancia del arte como medio para fomentar la creatividad y desde ahí favorecer la innovación, objetivo último de las políticas STEM.

bannerEste jueves, 28 de enero, conversaremos sobre enseñanza y didáctica de las ciencias y las matemáticas, sobre por qué es tan difícil que los jóvenes (y no tan jóvenes) se interesen por la ciencias con:

Hablaremos de divulgación científica y de participación ciudadana en ciencia. Discutiremos si ser competente en los ámbitos STEM hoy es equivalente a lo que significó saber leer y escribir en el siglo XIX. Analizaremos la pertinencia de las políticas STEM y las críticas que también levantan. Y conversaremos sobre lo que significa añadir la A de Artes. Si esto es una manera de responder a la multidisciplinariedad que demanda nuestro mundo hoy.

Página del evento en Procomún. ¡Participa en el debate!